The Reverend Peyton’s Big Damn Band: “Front Porch Sessions” (Family Owned Records / Popstock!)


Texto: Txema Mañeru.

Ya cuando escuché el nombre de esta banda percibí que podía ser interesante. Al ver la portada con el falso Reverendo tatuado y armado de su National Trojan Resonator Guitar del 43, con su poblada barba, su camisa sin mangas y sus botas de monte, empecé a tenerlo más claro aún. Por el nombre también podías pensar en una Big Band en lugar de una Big Damn Band. Son solo 3 pero si tienen que meter ruido y decir las cosas claras saben hacerlo.

Lo suyo es el blues más rural y acústico aunque, además de nombres vetustos como Charley Patton, Bukka White, Sleepy John Estes o Blind Willie McTell, también caben los de B.B. King o Muddy Waters. El caso es que Peyton se crió entre música escuchando los discos que su padre le ponía que eran lo de Bob Dylan, Jimi Hendrix o Neil Young. Por ambos lados lo básico de lo esencial. El es de Indiana pero pronto se desplazó a Clarksdale, Misisipi, en busca del blues más auténtico. Ha grabado en sellos de punk y ha tocado con el gran Jimbo Mathus y tocan centenares de conciertos al año y tiene ya más de media docena de discos.

Comienzan rítmicos e incluso bailables con ‘We deserve a happy ending’ y se adentran ya en el blues rural con poderosa voz al viento en ‘When my baby left me’. ‘Shakey Shirley’ tiene un bajo muy presente y el chasquido de los dedos es quien lleva el básico ritmo. En ‘What you did to the boy ain’t right’ grita agresivamente en plan Dex Romweber y en ‘One bad shoe’ suena sentido y grave con la guapa Resonator Guitar. Más folk rural en ‘One more thing’ y buena demostración instrumental en ‘Flying squirrels’. Finalizan a toda pastilla con la washboard en ‘Cornbread and butterbeans’ y con más percusión rudimentaria. Seguro que les encantan a los Guadalupe Plata. Recientemente estuvieron por aquí y fueron una auténtica gozada. ¡Si no los viste te tendrás que conformar con estas frescas “Front Porch Sessions” de Popstock!

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